jueves, 15 de septiembre de 2022

Mudanza

 

Es como taparle la cara al tiempo. Me voy

pero antes escucho el silencio de la luz,

la melancolía de las cosas llueve aquí,

cifro mis ayeres y encuentro risas, lecturas

al atardecer, la música como un aliento

perdido bajo el ritmo de las silabas,

el corazón escribe en las paredes

las frases vencidas, el teatro donde

ya no existe telón, solo las huellas

desteñidas de un pasado que baja

tormentoso por las aguas del olvido.

Los objetos tienen piel y memoria,

voces que nunca callaron, su compañía

es dulce como un fruto que no cesa

de brotar. Aunque me vaya, quedará

aquí mi eco, retumbando en la noche,

esa noche que siempre será eterna,

para quien dejó su sombra dormida

sobre el polvo inmortal de los años.


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