La noche
lanzó un bostezo y nació la claridad.
El olor del
café y la pulpa de naranja,
el pan candeal, la leche caliente
humea.
Entre los dos
el silencio.
En el
trabajo los relojes invertidos,
hoy es el
cumpleaños de mi jefe.
Yo sé que
el tiempo pasa
porque los
pájaros no regresan al alféizar.
Me fumo un
Gitanes bajo la pérgola del autobús.
Tiro el
paquete vacío.
Son las cuatro
de la tarde.
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