En su interior el ojo no nacido ve un mundo nuevo.
Quería acercarse a la sombra negraque existe en las latitudes ignoradas,
misterios del fulgor, órbitas
que mecen los silencios,
anillos de hielo
que abrazan una esfera sin nombre.
Hay fórmulas que brillan como ángeles en éxtasis,
Galileo sabía que el desnudo de la luz
solo ciega a las pestañas de mármol.
Negó el azul del zafiro,
la santa doctrina eclesiástica
con sus moldes de carne ardiente
puso palabras de cieno que volaron como pájaros suicidas.
Solo él
ha visto a las gacelas de Orión
surcar el firmamento.
A veces cuesta abrir los ojos.
ResponderEliminarBesos.
Creo que Galileo, aparte de un genial científico, fue un visionario. Besos.
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