Estabas tan cerca del sueño, tan próximo, tan real.
Es como si la imposibilidad se hiciera carne, materia,
luz en ti. Alza tu mano y ciérrala, creerás que capturas el aire.
Pero no es así, lo que atrapas es tu memoria, la infinita
secuencia en que repites aquel instante feliz, el que te salva
de esta vejez donde ya no existen los sueños.
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