viernes, 4 de diciembre de 2020

En el salón recreativo

"Nada es verdad. Todo está permitido"

Assassin´s Creed


Se trata de matar o morir

bajo un frenesí de luces.

 

Me juego la vida

entre selvas y estallidos.

Un rayo afila mis dedos

-escarpias de fino diamante-

los ojos saltan sobre murmullos de sangre,

choques, estruendos, salpicaduras que brillan

en una pantalla maltrecha.

 

Qué éxtasis de meteoros

después de una moneda feliz,

qué bocas atrapan cien pájaros

en su dulce existir

de transito cósmico.

 

Me subo al pedestal asesino,

potencia de dios es la metralla que arrojo a los invasores,

marte, infierno, plataformas,

túneles, golpes, crash de autos,

un palpitar alucinado

en la elipse del día.

 

He vivido un sueño de átomos, aventuras

en llamas, belcebús y soles rojizos.

 

El vigilante cabecea acodado en el mostrador.

 

Me dice que es la hora,

pero la hora

de

qué.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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