"Nada es verdad. Todo está permitido"
Assassin´s Creed
Se trata de matar o morir
bajo un frenesí de luces.
Me juego la vida
entre selvas y estallidos.
Un rayo afila mis dedos
-escarpias de fino diamante-
los ojos saltan sobre murmullos de sangre,
choques, estruendos, salpicaduras que brillan
en una pantalla maltrecha.
Qué éxtasis de meteoros
después de una moneda feliz,
qué bocas atrapan cien pájaros
en su dulce existir
de transito cósmico.
Me subo al pedestal asesino,
potencia de dios es la metralla que arrojo a los
invasores,
marte, infierno, plataformas,
túneles, golpes, crash de autos,
un palpitar alucinado
en la elipse del día.
He vivido un sueño de átomos, aventuras
en llamas, belcebús y soles rojizos.
El vigilante cabecea acodado en el mostrador.
Me dice que es la hora,
pero la hora
de
qué.
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