martes, 11 de diciembre de 2018

Los juegos del amor



Hora bruja, medianoche intacta.

Suave el alcohol en la raíz, bendecida la noche
por relámpagos y estrellas de mar. Un beso y la risa,
el aroma de los geranios y dos pájaros surcando el cielo.

El humo llega hasta tu labio y se escapa como un niña alegre.

Todo el éxtasis en la sinrazón que guardo,
humedad de vientres juntos,
sudor de albas en el músculo caído.

Y tu pecho de mujer sobre el cáliz del jardín
y mi voz muda en el enjambre de los fuegos que iluminan la bahía.

Nos miran con la cabalgadura del sueño en las pestañas,
ruido y algarabía,
la cruz del deseo se vierte como un recién nacido.

¿Qué pensará el alguacil que observa desde la ventana oculta?

Palpitan a la vez los girasoles que soñamos,
la cercanía de la ola con su cadencia azul,
el aire que eleva su canción al escuchar el sonido
de nuestros cuerpos entregándose a la vida.

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