martes, 4 de diciembre de 2018

El sonido de tu ausencia

Amanecí en tu perfil y no supe encontrar el adiós.

Me gustaba el ejercicio de las mariposas
al anunciar el vuelo exacto de tu nombre.

Me gustaba la lluvia como un arco iris
donde escondías la cicatriz del deseo.

Todos los atardeceres escriben palabras de lujuria
-verdes, rosas, grises como un halo sin porvenir-.

Hay diez aventuras en tu dorso
y un puñal de amapolas en la sílaba
que vas dejando en mis sueños.

Si oyes el aullido del mar calla,
si la piedra llora el agua del silencio
piensa en las fuentes que manan sin esperar la luz.

Hay ráfagas de tiempo donde somos el color.

Está aquí el sonido de tu ausencia,
ya llega, ya llega su sinfonía de libélulas,
su crisálida dulce, el misterio que envuelve la memoria
con las guirnaldas viejas de un yugo marchito
que solo ansía desandar la noche.

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