Imaginó al pájaro que atraviesa el tapiz de las nubes,
con los ojos abiertos a la noche, con la corriente fría
que viaja por los vértices de la luz, con la isla distante
y un mar de cirros en calma, con la aventura por vivir,
con la fe del pájaro que migra porque no ha visto aún la isla
de los sueños, y sin ella de nada sirve tener las alas de un pájaro.
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