jueves, 26 de mayo de 2022

La esperanza

 

Es un átomo,
una semilla,
una molécula siempre virgen.

Luce banderas de futuro,
no abre surcos para morir,
mira al cielo porque pretende ser el sol que aniquile la duda.

En mi corazón es un hilo de oro que cose mis heridas,
que enciende el haz de su faro sobre un océano oscuro.

Cuento sus sílabas pares, las recito como salmodia u oración,
invocando su latido, su fe roja, su eco de piedra que no vuelve al ayer.

Quiero su abrazo de reloj mentiroso, quiero su valor más puro,
como un rayo de olvido, como una luz en la sombra,
como una llama que en mí, reviva

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