Amanece y la luz me busca, los enanos, duermen.
Nadie sabe que
mi madrastra es pobre, igual que yo.
Siempre he
sido una sirvienta, mis manos lo atestiguan.
Escribo
historias de espejos que hablan,
de manzanas
rojas, de minas de diamante
al fondo de
un bosque.
Me llamo
Blancanieves,
soy fea, odio
la bruma,
huyo de la
sombra de los árboles,
al verme, los
pájaros callan.
En realidad no
sé porqué en los cuentos
soy otra.
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