Cuando llegan las nueve me acuerdo del reloj de cuco, cómo violaba el día.
Los veranos se superponen al recuerdo de los veranosigual que perfiles en un cristal roto.
Julio son bicicletas de colores,
playas sin pájaros, la desnudez de María en el ventanal,
los grillos amantes cortejando a la noche.
En agosto la luz escribe con pereza versos de infinitud,
no se quiere marchar de su trono azul.
Yo te conocí un verano que moría,
merenderos que retiran sus manteles,
las parejas despidiéndose igual que aves migrantes.
Y la luz caída
como un pétalo
en el mar.
Me encantó la última estrofa.
ResponderEliminarBesos.
Feliz Año Nuevo.
Gracias, Amapola. Feliz año para ti también. Besos.
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