Los mensajes de la lluvia son secretos.
De tu cremallera abierta mana una rosa de agua,
leves suspiros de nube. Nada es gris si tu sonrisa lo
niega,
con la constancia del rebaño
las gotas eligen un destino donde morir.
Recuerdo octubre en un tren de mediodía,
una ráfaga de lluvia golpea en el cristal,
ríos de marfil en mis párpados.
Caminar junto a ti sin los paraguas negros,
saltas los charcos como un colibrí alegre,
hay lágrimas en la luna de tu boca.
Mojados por el silencio de los bares,
faroles que gotean con alquimia de alambique,
sumideros que, lánguidamente, atrapan el desliz de los
ángeles,
la singladura de dos cuerpos en este mar de
alcantarillas insomnes.
Somos peces que huyen hacia el sol de los veranos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario