Se despierta el pájaro que somos.
Volver a las playas perdidas,
a los cines de doble sesión,
al azar de los encuentros,
a mi sed de verte en las calles.
El pájaro revive con su memoria de pubs y humo,
nos recuerda el pretérito cósmico de la juventud
con el desafío en los ojos y el rápido eco del reloj
en los bolsillos.
Estás aquí con tu desorden de papeles tirados sin
querer.
Hoy me llueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario