He salido a pasear como si tuviera diecisiete años.
Sin rumbo, sin nadie, solo pensamiento y sentidos.
Mañana de domingo y de silencio, duermen los jóvenes
la algarabía de la noche, pasean los ancianos sus recuerdos
por parques donde ya no habitan las palomas.
Se abren las iglesias lo mismo que las playas a la luz.
No me importa el regreso, solo el avance de mi cuerpo
y el aire, y el aire tibio que me regala este mar.
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