Lo importante son los labios,
la voz, lo que a veces no se dice.
Da igual la distancia
pues el pensamiento elige los símbolos,
el perfil o la noche.
En un amanecer caben mil ventanas
igual que el rojo del día en la piel cansada.
Yo espero y espero la virtud
¿qué es la virtud?
¿la sonrisa de las mariposas,
la mirada eternamente vieja del caracol?
Tú has llorado, lo sé, has llorado por otro,
se nota en el libro que no lees,
en tus alas caídas que dibujan abismo.
Hay espejos que mienten,
luces que acicalan tu piel
sin que sientas el abrazo.
Sería más fácil el arrullo de este cantor
que descubre la música de tu huella
como un adolescente que pliega los párpados
al mirar hacia dentro
con el horóscopo desnudo
y las cien rosas que sudan
el dulce presagio de un sol en éxtasis.
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