Hay un pájaro huérfano en mi voz.
Me da la espalda y a veces huye.
Este pájaro es un recuerdo que
no sabe cuando nací, cuando
morí o dónde. Yo soy su jaula
o su noche, su dios o su penumbra.
Vive en mí como una garrapata fértil
que amamanto y quiero.
Celebro la vida de este pájaro enjaulado, rico y generoso en versos. Salud.
ResponderEliminarGracias, Julio, por pasarte por mi blog y comentar. Un abrazo.
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