Te espío desde el zócalo de mi puerta.
Soy la urdimbre, el hilo amante,un rosetón sin color.
Por la noche tejo una red de plata,
etérea en la sombra, una retícula elíptica.
La lluvia es un carnaval que puebla mi geometría,
la diluye en espirales, rombos, paralelepípedos
que sangran lágrimas de luna.
Déjate atrapar por mí, aunque no quieras.
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