Noche irreal entre tus muslos.
Intuí la alegría en la mirada,
las palabras torpes en los labios,
el asombro de la piel en la cercanía de la piel.
Bajo un farol el brillo del deseo en la quietud,
olor salino que viste las bocas de islas y sirenas,
la música- tu música- como un halo de humedad entre los ojos.
En el reflejo febril de los comercios
nuestra imagen se inhibe,
se vuelve un único cuerpo amante.
Al fin el beso, el tacto y la tímida cicatriz del amor.
En tu cama yace la luna intacta,
mientras duermes toda tú eres de lluvia.
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