domingo, 27 de febrero de 2022

Una jornada de guerra

 

Es de día pero el cielo está oscuro como pez,

a la noche, en cambio, solo hay resplandores,

una furia amarilla que no cesa. Los sonidos

se interrumpen como si el viento del dolor

ahogara el canto de las armas. Abrázame,

mamá, que tengo miedo. ¿Por qué, Dios, no

nos protege?¿ Por qué los ángeles no llegan?

 

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