martes, 29 de octubre de 2019

Tus cabellos



Has pensado si son sangre también, venas finísimas
que estallan en color. Cientos, miles de miles
como un ejército que se expone al sol, al agua,
a un microcosmos o a una jungla impenetrable.
La edad atosiga su brillo, mata la raíz, ejerce
una costumbre de páramo y caen como árboles
exhaustos; sus hilos blancos, refulgen en la noche
son heridas del tiempo inviolable. En la juventud
crecieron libres, frondosos, esquejes que la luna premia;
después su hogar fue un hombro, la canción del peine,
un alud de añoranzas que cruza la oronda senectud
del cráneo. Sois un espejo de muerte o un símbolo
de infelices sombras. En esta fotografía acicalas
con el hueco de tu mano un rizo rebelde y piensas
que la vida es como el aire que se posa en la luz
y se escapa, así la almendra que tus cabellos dejan
en el arcoíris fugitivo del pasado.

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