Arena en los bolsillos como nombres inconclusos.
Vidas en una vida de asombro y luces al final
de un un final impredecible. Se alimentan los pájaros
con tu ausencia y no vuelven. En las rayas de la mano
los surcos bajan sin memoria, en ellos la mentira fluye.
A través del espejo un yo que no conozco cabecea,
el que ahora soy no quiere mi cuerpo, me señala para
que el olvido pronuncie tu ayer sin una voz o signo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario