miércoles, 9 de diciembre de 2015

Resumen

Ha pasado fulgurante la vida. Desde el primer
recuerdo hasta el instante en que escribo este
poema todo se asemeja a un rayo de luz sobre
una piel gastada. Fui un niño inconsciente de serlo,
fui juegos, inocencia y duda. Fui la secuencia de
una hermandad o el soldado de una tribu amante.
La juventud quiso hacerme sol pero mis pies adoraban
el barro de las ilusiones sombrías, la madurez situó
sobre mis hombros la condición del fracaso, la senectud
llegó con el lastre del desencanto.¿Es mi vida diferente
a otras? No lo sé y eso ya no importa, solo importan
la dignidad y el orgullo de proseguir mi camino entre
la obligación y el silencio, entre la fe y el azar estéril.

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