Has volado como un pájaro sin color. Entre
nubes, sueños y burbujas no conociste la luz.
Nadie responde dentro ti cuando la necesidad
crea colinas áridas, montes inabarcables, fríos
de cal. Lentamente suspiran los televisores su
exactitud, mientras sobrevives con el músculo
de los juegos y el volátil humus de las risas.
Pero la piel crece y el esqueleto anuncia al hombre
que vendrá.¿Dónde el artilugio de sentirse abrazo,
protección o muerte? Que escriba la intemperie
un escenario para ti, que las hojas cubran tu lecho,
que los espinos se crucen con tu voluntad y seas
el eje que aniquila el rebumbio del tiempo. Son
dieciséis o diecisiete los años que te contemplan,
si vieras tu imagen en el espejo del futuro lucharías
por ser otro, encenderías tu lid, romperías el círculo
de tu inseguridad con la fuerza increíble que refulge
en tu interior. Solo imploro que nunca regrese el
fulgor de la huella fósil que te mata.
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