Todo lo que me rodea habla, todo se convierte
en memoria donde un eco repite las insondables
palabras que dejaron una cicatriz viva en la piel
del silencio, todo transcurre como un rumor de río
por las arterias de la soledad, todo vuelve igual
que un sueño repetido en la vigilia de los párpados,
todo retorna a mí sin la máscara del olvido; por eso
nunca estoy solo aunque tú pienses que estoy solo.
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