En los labios de la noche, un talismán.
Siente la luz de níquel en los espejos,la ceniza agotada caer en tu sueño,
a los gnomos guarecerse
bajo tu axila pudorosa.
Tú y yo en las calles anchas,
tú y yo en los oasis sin reino,
tú y yo en las papilas del amor.
Son las seis de la mañana y no amanece.
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