Soy un rostro de cristal penetrado por la luz.
Miro el aire, la acústica del día, el gusto a sal
de las olas, el tacto que, levemente, se aleja.
Miro lo que nadie ve. Ventana soy sin los ojos
abiertos al color de la vida. Y, aun así, siento.
Miro el aire, la acústica del día, el gusto a sal
de las olas, el tacto que, levemente, se aleja.
Miro lo que nadie ve. Ventana soy sin los ojos
abiertos al color de la vida. Y, aun así, siento.
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