sábado, 13 de junio de 2020

Retrato de un estudiante adolescente

¿Qué sabe uno de la vida a los dieciséis años?

Se practica una forma inocente de amistad,
se vive en la llama sin sentir el fuego.

Encogido
-un bulto más en el auto-
papá me pregunta si lo metí todo,
me dice
que no tenga miedo,
que va a ser una experiencia enriquecedora,
que él ya la disfrutó,
que nos veremos
apenas
en un mes…

Yo pienso que no se trata de verse,
sino de conversar,
decir,
escuchar
lo que sentimos.

Me callo.

Soy un estudiante en otra ciudad,
tan distinta a la mía.

Voy del agua a la piedra,
del mar a las plazas de granito.

Es Compostela una madre inmemorial,
su lluvia sin música
asoma
por primera vez en mis hombros,
en mis mejillas
que arden.

Huir,
escapar
-a los dieciséis años siempre se quiere huir-
pero, ¿adónde?

Poco a poco mi corazón de niño
maduró:
las salidas nocturnas,
las ingenuas palabras de amor,
los abrazos,
las confidencias,
el murmullo de la seducción,
en fin,
los pétalos al cielo
de la juventud,
que, vosotros, ya conoceréis...

Y es que no os puede sonar extraño lo que digo.

También fuisteis volcán y arrogancia.

Igual que yo,
también soñabais con que la felicidad es un juego
donde las cartas esconden artificios
y el mejor tahúr nunca pierde.

No era así,
resultó que la vida iba en serio
-ya lo dijo el poeta-.

Yo solo os quería contar que un día nací de nuevo,
en una ciudad extraña
entre misterios, golondrinas y albas azules.

Tenía dieciséis años.

Hoy lo recuerdo mientras escribo esta letanía,
a la que retorno
una vez más,
quizá porque nunca salí de allí,
de ese lugar y ese tiempo,
quizá porque cuando en la madrugada
mis ojos se abren
todavía veo misterios, golondrinas y albas azules.

Como veía entonces.

2 comentarios:

  1. Hermoso recordar aquellas épocas de la edad dorada de la juventud, Ramón. Un gusto es haber visitado tu blog. También te invito al mío...JOYAS DE MI ALMA...recién lo empecé en Mayo, ojalá puedas dejarme algún comentario. Nada más le haces click a mi nombre y te llevará a mi blog. Un cordial saludo.

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  2. Gracias, Ingrid, por acercarte a mi blog y hacérmelo saber. Trataré de pasarme por el tuyo. Un saludo cordial.

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