domingo, 3 de mayo de 2015

Hacia delante



Son los huesos de la memoria un rastro perdido.
En el desdén ya no hay miradas, sólo fantasmas
que se despiertan sin luz.¿Puede existir un futuro
que no sea flor de raíz, pretérito que alza su sed
como un estallido blanco? Quiero sentir el horizonte
como carne viva, quiero una palabras que no admitan
otra cosa que el dulzor en los labios del hijo, quiero
un pétalo en mi corazón, no una tumba de piedra
y muerte. Mi paso ansía la levedad que marque
las horas con el crisol infantil del recuerdo.

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