Apenas recorrido, el día muere.
En otro tiempo la piel nombraba
horizontes ignorados, un mar sin
patria en el azul perdido. Hoy parece
que las botas de la luz y del ayer
no fueran mías, que la memoria
no encontrara su virtud más allá
de mis palabras sin destino, que
cada hora palideciera como un lobo
asustado en la quietud o la desidia.
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