Puede que quieras conservar lo frágil
como un crepúsculo que habitara tu piel.
Puede que las palabras aún existan en el río
de la extrañeza, en el corazón del suburbio
innoble. Nunca dejes el final por el principio,
el hoy teje sabiduria en los confines del miedo,
te ampara, te oye.
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