domingo, 14 de septiembre de 2014

Tren de enero



Ya no sé cómo detener el frío. Un pedazo
de hielo en los músculos y afuera el silencio
del blancor, las agujas de enero en la piel
límpida del cristal. Está bien que sea así,
está bien que las sombras me hablen como
si aún fuera niño, está bien ésta música
de raíles anónimos, el vagón como una nube
sin cielo, tu perfil en los bronces de una
fotografía desolada. Está bien que yo
ya no sea yo, sino estos ojos que miran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario