viernes, 29 de noviembre de 2013
La playa dormida
El aire marino que no conoces.
Este sol que dibuja el azul y la nube.
Vivir en un color y solo responder
con la mirada.
¿Cuánto tiempo, en qué latitud
mi sombra de cristal?
Mientras,
yo leo
viejas novelas que hablan
de países de bruma,
de familias extensas
como un mar infinito.
No existe el discurrir noble de los días,
tampoco la alegría de la imposibilidad nocturna
o la razón de un perfil inmaduro.
Descansan en el crisol de la arena
los cuerpos vencidos
y es un arco de luz la añoranza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario