jueves, 23 de enero de 2025

Cuando el cansancio llega alzan el vuelo las palomas de la felicidad

 

No sabrás dónde el camino se vuelve un mar de espejos,

estás en la niebla y en el sur de las amapolas

ignorado como un aire que fluye por los nombres de las rutas

que holló la añoranza. Te despides de los círculos

de la memoria, del regreso a los paraísos de la ilusión fértil.

No hay luz que guie el insomnio de tu vigilia

cuando observas el horizonte y solo ves cenizas en la nieve,

labios que hablan con la penumbra del olvido

mordiendo los apellidos del alba, atardeceres en los ojos

de lo que fue un oasis de claridad, palabras en el mármol

como vestigios de un mundo que ya no reconoce la sangre

agolpándose en la sien tras el afán por descubrir

los secretos que nos regala la vida.




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