lunes, 29 de enero de 2018
La seducción
Como un aroma sin transitar, llega,
se posa, amanece. Ha nacido con la
sed del imán, espejea para no saberse
a sí misma -es lejanía-. A veces gesto,
otras voz sagrada, columpio que abandona
y vuelve entretejido en su oficio. Sabe
de las briznas que como polen arroja
hacia el miedo. Finge historias, le gusta
el perfume y su levedad, cautiva la añoranza
con un ósculo y una flor. Si te toca te convierte
en mensaje, en deseo, en tiniebla. Al alejarse
no escucha la deriva del silencio, el néctar
hecho veneno del olvido.
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