En qué lugar ese sur que nunca habitaste.
Siempre el camino trizado es un yugo,
siempre los ecos lían aludes en los brotes
que se alzan hacia la luz. ¿Y dónde estás tú,
si no te conoces, si tus pasos fueron pisadas
de pájaro en un alambre roto? Ha sido
largo el devenir hasta la consciencia de los
árboles de piedra y el silencio exhausto.
¿Qué es lo que vive en ti, sino el recuerdo
de las horas perdidas? No busques el pronombre
en una sílaba, es un azul el rostro ambiguo
de la pregunta aciaga. ¿Si hubiera vuelto el ayer
desde el hoy, no se anclaría, igual que una
voz sin alma, tu pensamiento, y al fin serías
el cisne que sueña con volar y no puede?
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