En la fuente del secreto hay un susurro
de palabras. El misterio guarda el rostro
simple de la idea. Lo demás son teléfonos
mudos o misivas en blanco o autos que
corren hacia la noche ciega. Tú me dices
que la pasión quema vidas, que debemos
entregarnos a un sueño como pájaros sin alba.
¿Para qué, entonces, construir el presente
si nos pueblan los mitos inalcanzables
de la furia?
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