jueves, 10 de julio de 2025

No debió esperar a la tercera

 

Es la bebida,

es su mala sangre,

es porque está en el paro

y no lo aguanta...


"Lo siento, cariño,

no se volverá a repetir, te lo juro".


Pero es la tercera vez que ocurre en los últimos meses.


Observa en el espejo su rostro amoratado,

y grita con rabia que no, que ya basta.


Se marchó sin despedirse, ni unas letras en un papel.


Mañana presentará la denuncia en el Juzgado.


No la dejemos sola.

miércoles, 9 de julio de 2025

Esos recuerdos que no debieran volver

Temo a los que son como animales salvajes,

ocultos tras la espesura, saltan para abrir

las heridas que no cicatrizaron, en medio

de un día de paz, en las noches de insomnio,

a la sombra de la más clara luz o de la profunda

oscuridad, tras el gozo o en compañía del dolor

que persiste vivo, ahí están, acechantes, emboscados,

a la espera de que llegue su momento, el de la espina

en el corazón por donde sangra la culpa, el del dardo

que se hunde en la memoria y sorprende al incauto

que se creía a salvo tras el disfraz del olvido.

martes, 8 de julio de 2025

El bar de Manolo

El dueño lleva cuarenta años detrás de la barra,

su mujer, Carmen, lo mismo, pero en la cocina.


No es un sitio elegante, ni es caro,

ni tiene un nombre que llame la atención.


Todas las mañanas desayuno allí un café con leche

y una tostada.


Por las noches un vino antes de la cena.


Charlo de cualquier cosa con Manolo

-de política, de deportes, de lo que se tercie-,

y con algún que otro cliente habitual,

tan solitario como yo.


Siempre me despido de Carmen con un “Hasta mañana”

y ella me contesta con un “Buenas noches, que descanses”.


Y luego dicen de mí que no tengo familia.

Al otro lado de las rendijas

 

Lo que no viví, lo que no fui, esa multiplicidad

que ahora entreveo por las rendijas de esta pared

que no logro traspasar.


Un rumor de ríos inacabables, una llanura infinita

por la que vagan los pájaros del tiempo,

árboles que dudan al recibir la bondad del sol,

gacelas en la nieve sobre el blanco más puro.


Y aquel yo, y aquel tú, las incógnitas que llegaron

y que no supe anticipar, senderos y curvas por el horizonte,

azares para el niño melancólico, otro mar-¿el mismo mar?-

fuentes que sin origen manan de mí, una ciudad en mis ojos

que oculta la ilusión de un niño, palabras pensadas

ni en susurro dichas el día del año en que mi sombra

se alejó hacia el pasadizo ciego.


Y la respuesta muda, y la enfermedad que posó sus alas

en mi nombre y la alegría que se desnudó de abalorios únicamente para ti,

para la risa que puse en tus labios, solo la encrucijada

puede devolverme la huella que no dibujé, a veces llueve

en mi memoria y la lluvia forma espejos donde nadan

las soliloquios que nunca acerté a decir.


Pero ya es futuro lo que mis ojos ven, ya es un dardo

que adopta una dirección inamovible, ¡venid criaturas,

símbolos, ciudades que estuvisteis junto a mí

como sombras a las que no di luz en el jardín

del que solo obtuve el fruto más verde!


Aquí y allá, al sur o al norte ¿nos acompañan otras naves

por este río que surcamos tú y yo aquel amanecer rojo?, nació el hijo,

la sátira del amor fue breve, qué tren no cogí, qué disfraz no adopté

en el carnaval sin fin de la vida.


Lo no expresado, lo decidido, el miedo a no obtener perdón,

la falsedad del orgullo, todo se muestra detrás de este lienzo

con su orificio donde mi pupila naufraga por un océano henchido

de barcos que partieron sin mí, en un adiós irrepetible desde mi isla,

el territorio que yo formé y del que soy rehén todavía.

Yo la quiero creer sólida, y solo es la ruta que seguí

por el cristal húmedo, el sol llega y borra el dibujo

que tracé desde el inicio de los días hasta que mi índice

fue incapaz de señalar la luz que en mi corazón empieza

a teñirse del color tan desvaído de las hojas caducas.











domingo, 6 de julio de 2025

Una definición de andar por casa

 

Te regalaron aguja e hilo

para tejer la vida

sobre un lienzo

virgen.


Cada puntada fue única

porque a cada segundo

tuviste que decidir

el trazo.


Lo expuesto podría ser

una aceptable

definición

de la palabra

libertad.


Aquí estoy

 

Un segundo más de oxígeno, un instante más de luz,

un momento que no cese de renacer, una imagen

que jamás será la misma porque el existir es fugitivo,

un corazón que suena como una campana en la noche,

mi sangre circulando por las arterias y las venas

en procesión de vida, el olor que agrada y se va,

el color que cambia si la luz cambia, el tacto de tu piel

y el gusto de tus labios que solo duran lo que dura el deseo,

el río por donde sueñas navegar sabiendo que una día acabará

en un océano sin ti, todo es presencia, nube que porta

el aire por tu cielo de hoy que nunca será el de mañana.


sábado, 5 de julio de 2025

Sobre la mentira

 

Hay quien no le da importancia.


Hasta hay quien considera que saber mentir 

es una virtud para desenvolverse en este mundo.


Por mi parte no hay cosa que más odie.


Aquel que miente no respeta al otro,

lo manipula y sin recato

- y por su propia conveniencia-

lo traiciona.


Aunque si le mienten a él se indigna, dice no merecerlo.


Es como si la mentira fuera un derecho que hubiese patentado,

debido a lo cual solo a él corresponde el usufructo.


A eso yo le llamo echarle morro a la vida.