Lo que no viví, lo que no fui, esa
multiplicidad
que
ahora entreveo por las rendijas de esta pared
que
no logro traspasar.
Un
rumor de ríos inacabables, una llanura infinita
por
la que vagan los pájaros del tiempo,
árboles
que dudan al recibir la bondad del sol,
gacelas
en la nieve sobre el blanco más puro.
Y
aquel yo, y aquel tú, las incógnitas que llegaron
y
que no supe anticipar, senderos y curvas por el horizonte,
azares
para el niño melancólico, otro mar-¿el mismo mar?-
fuentes
que sin origen manan de mí, una ciudad en mis ojos
que
oculta la ilusión de un niño, palabras pensadas
ni
en susurro dichas el día del año en que mi sombra
se
alejó hacia el pasadizo ciego.
Y
la respuesta muda, y la enfermedad que posó sus alas
en
mi nombre y la alegría que se desnudó de abalorios únicamente para
ti,
para
la risa que puse en tus labios, solo la encrucijada
puede
devolverme la huella que no dibujé, a veces llueve
en
mi memoria y la lluvia forma espejos donde nadan
las
soliloquios que nunca acerté a decir.
Pero
ya es futuro lo que mis ojos ven, ya es un dardo
que
adopta una dirección inamovible, ¡venid criaturas,
símbolos,
ciudades que estuvisteis junto a mí
como
sombras a las que no di luz en el jardín
del
que solo obtuve el fruto más verde!
Aquí
y allá, al sur o al norte ¿nos acompañan otras naves
por
este río que surcamos tú y yo aquel amanecer rojo?, nació el hijo,
la
sátira del amor fue breve, qué tren no cogí, qué disfraz no
adopté
en
el carnaval sin fin de la vida.
Lo
no expresado, lo decidido, el miedo a no obtener perdón,
la
falsedad del orgullo, todo se muestra detrás de este lienzo
con
su orificio donde mi pupila naufraga por un océano henchido
de
barcos que partieron sin mí, en un adiós irrepetible desde mi isla,
el
territorio que yo formé y del que soy rehén todavía.
Yo
la quiero creer sólida, y solo es la ruta que seguí
por
el cristal húmedo, el sol llega y borra el dibujo
que
tracé desde el inicio de los días hasta que mi índice
fue
incapaz de señalar la luz que en mi corazón empieza
a
teñirse del color tan desvaído de las hojas caducas.