lunes, 25 de abril de 2016
La inutilidad del poema
Todas las palabras se juntan
como esperando un milagro.
En sus huellas está mi vida,
mi devenir, mi aliento de azar.
Aquí escribo los misterios que no entendí,
los sentimientos que maduraron con la edad,
las orillas y el resplandor, las huidas
y también el remanso
que los días poblaron con mi sed
ya para siempre herida.
Os dejo historias que no entenderéis
bajo puentes, ríos, fachadas, calles
que nadie osaría hacer suyas.
Mi voz se vuelve funámbula
en los versos que me ignoran,
que son mi oscuridad traslúcida.
Es hermoso acordarse de los pájaros
cuando ya no existe un cielo al que volver.
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