¿Tuviste un jardín proscrito? Se abren las manos
como flor rota y llueven los silencios sin sonido
ni verdad. Posos en la tierra que firma tu noche,
esquejes que te llaman lejos de ti. Cualquier fruto
se parece a un alma que huye de la fértil añoranza,
del espejismo del barro que acoge este cadáver sin
sueños.
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