viernes, 12 de febrero de 2016

10 de febrero

Se han juntado algunas cosas:
la lluvia en el cristal,
el vuelo desesperado de las golondrinas,
el lomo del mar que se encrespa
como una duda ardiente,
el arco de unas piernas
que acompasan el ejército invisible
de la huida.

Llueve y es febrero,
como aquel febrero sin luz
cuando buscaba el mapa de los laureles
en tus rodillas rojas, en tus pechos de
fruta que no ha conocido el desdén,
en tus ángulos perversos de afrodita-niña.

No es la misma lluvia,
ni es el mismo mar,
ni eres ya la niña
que cabalgó las olas del sueño.

Y aún así yo sé
que siempre vuelve
febrero.




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