Podría ser tu film una virtud cuando el azar
sorprende la singladura de los barcos olvidados
por la nieve. En ese fotograma hay un abismo de
agua y de azul, en tus cejas perfiladas una aurora
engulle el rompeolas de mi vecindad. Lentos como
la materia del estío, los pasos emergen en la noche
y regresan al símil de la llave sin cerrojo, al opúsculo
que inunda la memoria con ojos leves de orfandad.
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