sábado, 30 de diciembre de 2023

Me posees como ola

 

Desde los abecedarios de la luna llega tu sombra.

Convertida en muralla tu cintura, sin las alas del ángel,

terrenal como un tallo duro y altivo, joven como la aurora

al morir la noche, lejos del fósil herido por el sol de agosto,

apareces con el resplandor de la tormenta, con el aire tibio

de tu nombre, con las rosas alegres de tu canto en los alféizares

de la memoria, con el vino rojo de la luz en los párpados, para

ser la canción viva que llena de rocío mi piel, la ola que humedece

mi voz cuando desde el silencio te llamo, la espuma que derrama

en mi pecho el frenesí de tu cresta, el rizo de tu sal, colmándome.

 

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