El racimo de la luz crece en la colcha
blanca.
Agosto nunca fue lluvia.
Y canta el pájaro entre el ramaje
y llegas tú con el pan recién hecho
y una sonrisa en los labios
y te abrazas a mí como proclamando tu
amor.
Yo me dejo llevar hacia tu cauce para ser
agua común
de un río que nos arrastra juntos al
olvido.
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