Aquí,
aquí,
¡aquí!
Con mi noche,
mi vergüenza,
mi voz muda.
Mi silencio de aullido.
La llaga,
la llaga
y un clamor de huesos,
de garganta colmada de sangre.
Lloro, llora mi nombre,
carne de niño, carne en tiras del sueño,
lágrimas en ataúd, ojos opacos como luciérnagas de infamia.
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