¡Y es que el tren simbolizaba tanto!
La huida y el encuentro,
el viaje en si hacia la luz.
No enciende mi memoria el día, todo allí
fue noche, dibujo de palabras,
cántico de humo.
En la penumbra se alza tu voz, tu cuerpo insalvable
como un hallazgo o una mentira.
No hay razones que me hagan volver a la magia desnuda.
El tiempo roza la inutilidad del mensaje
ya lágrima, ya senectud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario