Tiembla el silencio de la médula como un devenir
de hojarasca. Mi número es alfil, mis rodillas alcanfor.
Será septiembre un ojo alado, un círculo insomne.
Existe un jardín cuya metamorfosis no entiendo,
niños de sal me enseñan su maquillaje de hombres rotos.
Y yo que no elijo mi sed, muero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario