jueves, 27 de febrero de 2014

Mi sombra



Cree que su exactitud es un don
no una condena. Siempre llega
tarde, igual que un caballo adormecido
por la luz. Su silencio de espuma
puebla las paredes, siembra las calles
o resucita en un reflejo incauto. Su
tardanza pesa en mi espalda como
un ayer de granito. Hay algo en mi
que la nombra, pero no soy yo.

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