domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Quién es quién en las alfombras oscuras del tiempo?

Los primeros pasos me crucifican. El niño vence
su escenario o su consigna.¿Y si penetras el portal
de la cruz y del tiempo? Ella habla con un diapasón
en las córneas(y yo que visito mi fiebre con los dedos
amargos de un latido encuentro la ondulada senda
de los tejados, las faldas que rompían el silencio,
los cohetes que el mercurio desnudó en largas clases
de hastío). Ya no hay memoria sin un adiós, ya los
copos visitan la hoguera que un San Juan atrevido
convirtió en unicornio. Veo aquella fotografía de aromas
y sal. Su pulcritud me enternece como el fruto que no
rompe su raíz o el omoplato que amó la deriva de los
cisnes. No hay regreso al frío de las ausencias(tú eres la llave,
el rombo en las esquinas, el ruiseñor ambiguo de los hospitales,
tu fe, mi canción imperfecta). La casa es un soldado sin mar,
sus juegos aman la estrategia de los veleros y la nieve.
No huyáis del espejo, dentro las cavernas del olvido
aciertan como un epitafio o una locura sin forma. Este
carmín desviste la duda, este incendio arrima el sol
a su ayer como el prefacio que acertó su nube escarlata.
Nadie podrá dormir en el eco, su silencio amargo desordena
la sombra y la elige. Quedan las ventanas y el paso de la ceniza
y la indiferencia del neón o los calmados gestos de aquella ola
que miente.¿Cuál es tu jardín si el viento rememora su cabellera
de élitros y arcángel? Si no hay barniz los ojos del tiempo se cansan.
He desollado el camino del alba hasta el alba. Y me recreo en la carne
de un niño que amanece o me recito como un diamante que ignora
su herida. Mis luces cabalgan sin temer a la elipse porque tú ya
no eres tú porque yo ya no soy yo. Porque nadie es nadie en la ruta
oscura, en ese corazón perdido, llaga en la luz de esa claridad
que te nombra.

2 comentarios:

  1. Aplauso y admiración por esta evolución que te lleva a una literatura cada vez más creativa, más personal, más transida de belleza.
    Salud

    Julio G. Alonso

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  2. Gracias, Julio, por ser tan generoso con mis humildes versos. Siempre es una alegría saber que te pasas por aquí. Un fuerte abrazo.

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