Cómo cambia el color del mar en la singladura:
azul, verde, gris, la eternidad.
Mi barco navega sin rumbo,
este y oeste, norte y sur
se confunden.
En cada isla un sueño:
de Calypso, el amor,
de Polifemo, su único ojo,
de Circe, la hechicería.
¿Cuándo, al despertarme, veré mi hogar?
Penélope teje y desteje el mismo bordado:
le da tiempo al tiempo.
Siempre hay lejanía en el horizonte,
nunca la llegada asoma a mis ojos.
Lo dijo el poeta, Itaca es el viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario