miércoles, 26 de febrero de 2020

Mi pequeña verdad

Me basta con la generosidad de un sol antiguo,
el pan ácimo entre las manos, un cuenco de agua,
el trinar de los pájaros al nacer la primavera.

Me basta con tu palabra junto a la mía,
el calor de tu piel, el tacto que acaricia mi noche.

Me basta con el pulso del silencio y la mañana que vuelve,
me basta con el abrazo del hombre honesto
que se entrega a la amistad como a un río que nace.

Me basta con tu sombra cuando no necesito mirarte,
tu voz alegre que canta promesas en la infinidad del día,
el solsticio que es el resplandor que deja tu sonrisa.

No necesito monedas, ni oro, ni latifundios
ni mansiones, no necesito la esclavitud del dinero
ni la opulencia de los infames;
solo quiero mi pequeña verdad,
donde habitáis tú y algunas cosas que importan.

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